«Convertirme al islam no fue para nada una imposición de mi marido»
Cuatro españoles criados como católicos cuentan a ABC qué les ha llevado a convertirse en musulmanes y cómo fue acogido por sus familias
Españoles conversos al islam
José Ángel, Ana María, Consuelo y Álex son españoles. De padres, abuelos y antepasados españoles, que fueron bautizados, leyeron la Biblia e hicieron la comunión como buenos católicos. Eran cuatro fervientes creyentes de Jesús que iban a misa e, incluso, estudiaron en colegios de monjas… hasta que un día comenzaron a dudar, tanto que acabaron tomando la decisión más importante de sus vidas: convertirse al islam.
«Convertirme al islam fue la mejor decisión que he tomado en mi vida», asegura José Ángel en este vídeo, donde sus cuatro protagonistas coinciden en que esta decisión les cambió por completo. Algunos hicieron nuevas amistades, porque lo de salir por las noches a las discotecas y beber alcohol no estaba bien visto por su nueva religión. Otros abandonaron ciertos malos hábitos, como «fumar hachís» o «gritar a los padres», por citar otro de los ejemplos.
Todos están convencidos de que su decisión, en ningún caso, fue forzada. Tomaron la decisión libremente y tras un lento proceso de transformación, que se inició con las dudas que les suscitaron algunos principios del cristianismo. Los amigos de Alex insitieron en que le habían comido la cabeza, algo que él siempre negó. Y Ana María asegura que nadie la ha obligado ni la obligará a quitarse su velo. «Para nada fue una imposición de mi marido (marroquí). Lo decidí yo sola y él me preguntó si estaba segura. Que para estar con él no tenía que ser musulmana, que nadie me obligaba», cuenta.
Más de 20.000 conversos
Tanto ella (una parada de 28 años nacida en Azuqueca de Henares hace 28 años), como Alex (un estudiante de Parla de 19 que se convirtió en 2011), José Ángel (periodista madrileño de 35) y Consuelo (una asistente de oficina de 55 que se hizo musulmana en 1985) representan perfectamente el amplio espectro de los más de 20.000 españoles nativos que abrazaron el islamismo en los últimos años. Una cifra considerable, si tenemos en cuenta que Alemania cuenta también con 20.000 e Italia con 5.000, solo superados por los 70.000 de Francia y los 100.000 de Gran Bretaña.
Los amigos de Alex insitieron en que le habían comido la cabeza, algo que él niega
Ninguno lleva muy bien las asociaciones que suelen hacerse entre el terrorismo y la religión que decidieron abrazar, alguno de ellos, poco después de los atentando del 11-M. Perciben la mirada extraña de quienes les rodean cuando cuentan su conversión y sienten que siempre tengan que andar justificándose. Consuelo lamenta que cuando alguien dice que se va hacer musulmán, la gente crea que al día siguiente aparecerá «con un kalasnikov»; los padres de Álex «tienen mucho miedo, porque ven que gente que se convierte hace atrocidades», y José Ángel se defiende que «antes y ahora» ha sabido separar «el extremismo de unos descerebrados de lo que es el islam entendido razonablemente».
Cuatro vidas, cuatro historias diferentes las de estos cuatro españoles católicos que decidieron abandonar la religión de sus padres, por la de los más de 1.700.000 musulmanes (3,6% de la sociedad) que actualmente viven en España.