El Corán

El milagro histórico del Sagrado Corán


El Noble Corán trató la historia de las anteriores naciones, de tal manera que creó un desafío para los negadores. Pues narró historias de personas, que vivieron hace miles de años, tan real y minuciosamente, que los mismos historiadores son incapaces de lograrlo hoy en día, aunque disponen de evidencias tangibles.  

El Noble Corán, utilizó diferentes métodos de narración, señaló que existe una sabiduría más íntegra e influyente, detrás de la narración de estas historias, que supera la mera diversión y el entretenimiento.

[En su historia hay una lección para los que saben reconocer lo esencial. Y no es un relato inventado, sino una confirmación de lo que ya tenían, una aclaración precisa de cada cosa y una guía y una misericordia para gente que cree.] (TSQ, Sura 12, Yûsuf: Aleya 111).


Según el As-Sayûtî, el milagro histórico se manifiesta en aquellos sucesos transmitidos, sobre pueblos anteriores, naciones obsoletas y  legislaciones corrientes, que ninguna de las cuales podría ser conseguida por un  historiador sobresaliente, especialista en este campo, aun que haya pasado toda su vida indagando y buscando. Y además fueron reveladas al Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), que las comunicó de un modo minucioso y completo aunque Él era iletrado ([1]).

El hombre sigue siendo el mismo hombre – desde hace cien siglos y aun después de cien o más siglos venideros, con la misma naturaleza y esencia. Por eso el Qor`ân conserva las historias de los primeros pueblos con sus profetas y las reaviva de nuevo después de haber sido enterradas con sus héroes, en el paso del tiempo, para que corrijamos defectos similares, varía las historias que trata,  reuniendo todo tipo de problemas sociales, y ofreciendo la solución para terminar con ellos de raíz, dando lecciones, moralejas y advertencias. ([2])

Reflexionamos en la historia del profeta Noé por ejemplo, que fue narrada detalladamente a partir del primer día en que llamó a su pueblo, etapa que perduró por mil años, pasando por la época donde los lideres de su pueblo propagaron una campaña de negación hacia él, el poco número de las personas que creyeron en él, la fabricación de la arca, el embarco de los creyentes en el arca, la historia de la gran inundación y el ahogamiento de su hijo y esposa, y finalmente  la victoria del profeta Noé con los creyentes. ¿Cómo pudo el Mensajero Muhammad (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) conocer todos estos detalles, ya que solo una pequeña parte de ellos fue mencionada en los libros de las Antiguas Escrituraras? Lo evidente es que el Mensajero Muhammad (a paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) narró estas historias tan minuciosamente como si las hubiese visto. La respuesta está en la siguiente aleya que se encuentre al final de la historia de Noé: [Esto forma parte de las noticias del No-Visto que te inspiramos; antes de esto ni tú ni tu gente las conocíais. Así pues, ten paciencia porque el buen fin es para los que se guardan. ] (TSQ, Sura 11, Hûd: Aleya 49).

Este método histórico escrupuloso que se encuentra en esta historia, como ejemplo de las otras historias – forma evidencia de que el sagrado libro del Corán es enteramente milagroso en respecto a su documentación histórica, y Otro ejemplo evidente sobre el milagro histórico en el Noble Corán, es la mención del nombre de Hamân junto a Faraón y Moisés como un personaje cercano al Faraón.

[Y dijo el faraón: ¡Consejo de nobles! No sé qué tengáis otro dios que yo, así pues Hamân cuece barro para mí y hazme una torre para que pueda subir hasta el dios de Musa, pues realmente lo tengo por mentiroso.]
(TSQ, Sura 28, Al-Qasas «Los Relatos»: Aleya 38).

Eso se contradice con lo que fue mencionado en uno de los antiguos libros del Antiguo Testamento, en el que Hamân fue presentado como un asistente del rey de Babel (en el Iraq) que pudo causar daños a los hijos de Israel. Y estos acontecimientos ocurrieron mil cien años después de Moisés. Los descubrimientos faraónicos afirmaron lo que fue mencionado en el Noble Corán, ya que a través de las escrituras y los dibujos jeroglíficos,  se descubrió una información de suma importancia. Se descubrió que el nombre de Hamân había sido mencionado en las antiguas escrituras egipcias, ya que fue mencionado sobre una piedra que existe actualmente en el museo de Hof, en Viena, como también fue mencionado en “el diccionario de los nombres personales del Nuevo Imperio”, que fue escrito basándose en las informaciones recogidas de los cuadros y piedras egipcias.  Y dicen que era responsable de los trabajadores de las canteras de piedra. ([3])

Otro aspecto del milagro histórico es utilizar el título “Rey” al referirse al gobernante de Egipto en tiempos de Yûsuf (Que la paz sea con él) ([4]) “Y dijo el rey: He visto siete vacas gordas…………” (TSQ, Sura 12, Yûsuf: Aleya 43), mientras que en el Antiguo Testamento se utilizó el titulo “Faraón” aludiendo al gobernante de Egipto en aquella misma época.

La razón por la cual el Corán no nombró “Faraón” al gobernante de Egipto,  en aquella época, precisamente es que la palabra jeroglífica “Ber’û” – la raíz del título Faraón-  no se había referido al gobernante de Egipto, sino que había otro significado (El palacio real), y solo fue utilizada como titulo del gobernante de Egipto,  unos doscientos años después de la época de Yûsuf ([5]) . De ahí que en la época de Moisés, este título de “Faraón” se refirió perfectamente al gobernante de Egipto. Eso pone de manifiesto el milagro histórico en el Noble Corán, que fue minucioso cuando no utilizó el titulo “Faraón” en la época de Yûsuf, y solo lo utilizó cuando habló de la época de Moisés, mientras que La Tora generalizó este título “Faraón” cuando habló de las épocas de los profetas Ibrâhîm, Yûsuf y Moisés aunque los mismos egipcios antiguos no utilizaron este título en las épocas de los profetas Ibrâhîm y Yûsuf([6]).

Concluimos con el comentario hermosísimo de Al Fajr Ar-Râzî  que dijo: “Esta historia forma una evidencia sobre la veracidad de la profecía del profeta Muhammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), porque era iletrado, no sabía leer ni tampoco recibió lecciones de ningún profesor.  Entonces narrar esta historia de tal forma,  sin que cambiara ni se equivocara en nada, confirma que la conoció a través de la revelación divina,  lo que afirma la veracidad de su profecía. ([7])

([1])Galâl Ad˖dîn Alsîûtî: Libro de lo perfecto en las ciencias coránicas 2/323

([2]) Véase el libro de Muhammad Al Ghazâlî: Vistazos sobre Al-Qor`ân Página 95 -98

([3])Harûn Yahia: Los Milagros coránicos, paginas 71,72

([4])Las aleyas 43,50,54 y72 de la sura de Yûsuf

([5])La enciclopedia británica menciona que  el título ¨rey¨ se utiliza en la época de los Hicsos, quienes ocuparon Egipto entre (1648 a 1540 a.C), es decir coincide con el tiempo de la venida de Yûsuf a Egipto. Véase la pagina web de la enciclopedia del milagro científico en Al Qur`ân y la Sunnah: http://www.55a.net\firas/arabic

([6])Harûn Yahia: Los Milagros coránicos, paginas 74,75

([7])Ar-Râzî  , El libro de las llaves del No Visto 14/119

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