¿Qué dijeron sus seguidores?
“Su nombre era Muhammad” (la paz sea con él).
Para comenzar, usted puede ser un cristiano protestante, católico, judío, ateo o un agnóstico, o usted puede pertenecer a cualquiera de las diversas sectas religiosas existentes en el mundo de hoy. Incluso usted puede ser un comunista o creer en la democracia del hombre como la regla del mundo. Quienquiera que sea usted, cualquiera sea su ideología o su creencia política, y los hábitos sociales que mantenga, no hay duda, usted debería entender lo que otros tienen para decir acerca de este hombre.
El mundo ha tenido grandes personalidades. Pero ellos se distinguieron en uno o dos campos, como el pensamiento religioso o el liderazgo militar. La vida y las enseñanzas de estos grandes personajes de la Tierra se cubren en los tiempos de tiniebla. Hay mucha especulación acerca del tiempo y el lugar del nacimiento de estas personalidades, de su modo y estilo de vida, de la naturaleza y el detalle de sus enseñanzas y del grado y la medida de su éxito o fracaso; para la humanidad es imposible de reconstruir con exactitud la vida y las enseñanzas de estos hombres y mujeres.
Pero este no es el caso de este hombre, Muhammad (la paz sea con él), que logró tanto en tan diversos campos del pensamiento y del comportamiento humano en la más resplandeciente historia humana. Cada detalle de su vida privada y de sus declaraciones públicas se han documentado con precisión y están fielmente conservados hasta nuestros días. La autenticidad de los registros es avalada no sólo por los fieles seguidores, sino también por los críticos con prejuicios.
Muhammad (la paz sea con él) fue un maestro religioso, un reformador social, un guía moral, un coloso administrativo, un amigo fiel, un compañero maravilloso, un esposo devoto, un amado padre…todo en una persona. Ningún otro hombre en la historia ni lo superó ni lo igualó en estos aspectos de la vida, pero fue sólo por la caritativa personalidad de Muhammad (la paz sea con él) que logró esta increíble perfección.
Él fue por lejos, el hombre más excepcional que ha puesto un pie sobre esta Tierra. Predicó una religión, fundó un estado, construyó una nación, estableció un código moral, inició numerosas reformas sociales y políticas, estableció una sociedad poderosa y dinámica para representar sus enseñanzas y completar la revolución de los pensamientos y comportamientos del hombre de todos los tiempos por venir.
Muhammad (la paz sea con él) nació en lo que entonces se conocía como la Arabia Félix, mil cuatrocientos años atrás. Él comenzó su misión de predicar a una religión del monoteísmo; un modo de vida basado en la entrega, sumisión y obediencia a los mandamientos de Allah Todopoderoso, con sinceridad y en paz.
La palabra “Islam” en árabe significa “sumisión a Al-lah, en paz.”
La misión de Muhammad (la paz sea con él) comenzó cuando él tenía cuarenta años, y él partió de este mundo a los sesenta y tres años. Durante este corto período de 23 años de su profecía, él cambió toda la Península Arábiga del paganismo y la idolatría a la adoración de Un Dios; de peleas y guerras entre tribus a la solidaridad nacional y a la cohesión; de la embriaguez y el libertinaje a la sobriedad y a la piedad; de la anarquía a la vida disciplinada; de la quiebra total a los más altos estándares de excelencia moral.
La historia de la humanidad nunca ha conocido una transformación tan completa de un pueblo o de un lugar antes o desde entonces…e imagina todas estas maravillas increíbles en algo más de dos décadas.
Muhammad (la paz sea con él) fue ni más ni menos que un ser humano. Pero fue un hombre con una noble misión, la cual fue unir a la humanidad en la adoración de un Sólo y Único Dios, y enseñarles la forma de vida honesta y recta, basados en los Mandamientos de Dios. Él siempre se describió a sí mismo como “Un Siervo y Mensajero de Allah” y de hecho, cada una de sus acciones fueron proclamadas a ser.
Hoy, después de un lapso de catorce siglos, la vida y las enseñanzas de Muhammad (la paz sea con él) han sobrevivido sin la más mínima pérdida ni alteración. Estas enseñanzas ofrecen la misma esperanza eterna para el tratamiento de muchas enfermedades de la humanidad, lo que hicieron cuando él estaba vivo. Esto no es una alegación de los seguidores de Muhammad (la paz sea con él), sino que es la conclusión ineludible de una historia crítica e imparcial.
Lo menos que puedes hacer como ser humano pensante y preocupado es detenerte un momento y preguntarte: ¿Podrían estas declaraciones tan extraordinarias y revolucionaras ser realmente ciertas? Y suponiendo que estas declaraciones fueran en realidad verdaderas y que no conozcas a este hombre Muhammad (la paz sea con él) o que no hayas escuchado acerca de él, ¿No es hora de que respondas a este enorme desafío y pongas cierto esfuerzo para conocerlo?
Te costará nada, y podría ser el comienzo de una nueva era en tu vida.
Te invitamos a descubrir a este maravilloso hombre, Muhammad (la paz sea con él) quien no ha tenido a alguien semejante caminando sobre la faz de esta Tierra.
El fuente :www.rasoulallah.net
