la mujer en el Islam

Los derechos de la mujer a heredar

Los derechos de la mujer a heredar


Dios, Enaltecido sea, dijo en el Corán: “Dios dictamina respeto (a la herencia de) vuestros hijos: al varón le corresponde lo mismo que a dos mujeres”. [4:11]

Quienes malinterpretan al Islam dicen que es injusto con las mujeres en lo que respecta a la herencia porque el hombre recibe el doble que la mujer siendo hijos de los mismos padres. En el Corán y la Sunnah, Dios ofreció un método completo y detallado sobre la herencia de la mujer y si alguien sin prejuicios analiza los detalles de este sistema, descubrirá lo errado que está en su objeción. Para empezar, Dios ha determinado todas las partes de cada uno de los parientes según la relación que tenían con el fallecido. Dios, el Más Sabio, dijo: “A los varones les corresponde una parte de lo que los padres y parientes más cercanos dejaren, y para las mujeres otra parte de lo que los padres y parientes más cercanos dejaren. Fuera poco o mucho, les corresponde una parte determinada de a herencia”. [4:7]

Dios ha determinado tres tipos de herencias para la mujer:

a. Una mujer recibirá una parte igual a la del hombre.

b. Una mujer recibirá una parte igual a la del hombre, o un poco menos.

c.  Una mujer recibirá la mitad de lo que hereda el hombre.

Esto significa que como mínimo recibe la mitad, y realmente es una cantidad generosa considerando que una mujer no tiene cargas financieras a lo largo de su vida sino que siempre son los hombres que tienen que afrontar esta responsabilidad. Los que estén interesados en los detalles de este tema pueden ver las discusiones planteadas en una rama especial del Islam llamada “La ciencia de la herencia y la división del estado” que trata todas las diferentes formas de heredar de acuerdo con el Corán y la Sunnah. Antes de juzgar como injusto el trato que recibe la mujer con respecto a la herencia, uno debe examinar este tema más de cerca.

En contraste con todas las otras sociedades, la jurisprudencia islámica estipula las normas y reglas en todos los asuntos del hombre, sea más o menos importante, para brindarle armonía en su vida. Tal como una persona tiene instrucciones específicas de cómo vivir y usar su dinero durante su vida, así también se establece cómo deben  manejar sus bienes después de su muerte. A diferencia de otros sistemas sociales, una persona puede hacer con sus bienes lo que quiera durante su vida pero su testamento tiene ciertas restricciones bajo la ley Islámica. A través de su testamento puede dar sólo un tercio de sus bienes a la persona que quiera y todo el resto debe distribuirse de acuerdo con la ley de herencia que establece el Corán.

En un famoso dicho del Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) cuenta que su compañero Saad ibn Abi Waqqas estaba enfermo y pidió que, ya que era adinerado y tenía una sola hija, el Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) heredara la mayor parte o la mitad de sus bienes como caridad. El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se lo prohibió y le permitió que donara sólo un tercio de sus bienes, y dijo: “Un tercio y un tercio es demasiado, y es mejor que hagas ricos a tus herederos que dejarlos pidiendo limosna de la gente. No gastaréis nada buscando la aprobación de Dios sin que recibáis una recompensa por ese gasto, incluso por el bocado de comida que pongáis en la boca de vuestras esposas”. [Transmitido por Bujari, Muslim y otros]

Un punto importante a tener en cuenta es que en muchas civilizaciones, la ley del hombre sobre la herencia queda en manos de los caprichos de cada individuo para dar o privar como le plazca aún si es injusto. Es más, en esas sociedades no existen leyes que los obliguen a hacerse responsable económicamente de sus parientes mujeres, mientras que en el Islam, el hombre debe hacerse cargo de las necesidades financieras de las mujeres de su familia hasta que se casen. Desde el momento que una mujer se casa, esa responsabilidad pasa a manos de su marido y si queda viuda,  su hijo u otro hombre de la familia está obligado a hacerse cargo de la viuda.

Así que demandar una parte justa de la herencia para hombres y mujeres musulmanes por igual, cuando no tienen las mismas responsabilidades y obligaciones, es injusto e indebido. Es justo y lógico darle una parte mayor de la herencia al hombre. Considerando todos estos factores, el hecho de que según la ley Islámica la mujer reciba la mitad de la herencia que el  hombre o a veces una parte igual, es realmente justo, razonable y generoso.

Gustave Le Bon dice en su libro La Civilización Árabe: “Los principios de la herencia que han sido determinados por el Corán tienen un importante grado de justicia e imparcialidad. La persona que lee el Corán puede percibir estos conceptos de justicia e imparcialidad en cuanto a la herencia a través de las aleyas citadas. También debo señalar un alto nivel de eficiencia en lo que respecta a las leyes y reglas en general que derivan de estos versículos. He comparado las leyes británicas, francesas e islámicas sobre la herencia y descubrí que el Islam le garantiza a la mujer su derecho a heredar, mientras que nuestras leyes occidentales no contemplan esta situación y equivocadamente los occidentales difaman a los musulmanes por ser desconsideados con las mujeres”.

También de acuerdo con el Islam, los hombres de una familia se ayudan mutuamente cuando tienen que pagar una compensación por un asesinato que algún miembro de la familia haya cometido. Eso es lo que analizaremos a continuación.

Del libro: La mujer en el Islam: refutando los prejuicios más comunes

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