El Profeta Muhammad

Amor a los Pobres

 

Amor a los Pobres

El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) ordenó a los musulmanes tratar amablemente a los pobres y ayudarlos con limosnas, el zakat, y por otros medios.

Él dijo:

» No es un musulmán perfecto, el que come mucho y deja que su vecino pase hambre.»

Él le preguntó:

«¿Amas a tu Creador? Entonces ama a tu prójimo en primer lugar.»

El monopolio es ilegal en el Islam y predicó que:

«Es difícil para un hombre cargado de riquezas subir la empinada cuesta que conduce a la felicidad.»

No prohibió o desalentó la adquisición de riqueza, pero insistió en que se adquiera legalmente y por medios honestos y que una parte de ella iría a los pobres (como caridad). Él aconsejó a sus seguidores

 

Él profeta Muhammed dijo

» Dar al trabajador su salario antes de que se seque su sudor.»

Él no fomentaba la mendicidad, mas bien y declaró que:

«Al-lah es misericordioso con él que se gana la vida mediante su propio trabajo, y si un hombre pide que aumenten sus bienes, Al-lah hará que disminuyan y quien tenga comida para ese día, está prohibido que mendigue.»

Le dijo a su esposa:

«Oh Aysha, ama a los pobres y deja que se acerquen a tí y Al-lah te acercará hacia Él.» (Bujari, Sahih Bujari)

Mira el profeta Muhammed preocubaba mucho a los pobres:-


Uno o dos casos de la preocupación del Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) por los pobres, se puede dar aquí. Una persona de Medina, Ibad Bin Sharjil, estaba hambriento. Entró en un huerto y tomó un poco de fruta. El dueño de la huerta le dio una paliza y le quitó la ropa. El pobre hombre hizo un llamamiento al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él),
quien protestó al propietario de la huerta, de esta manera:


«Ese hombre era un ignorante, tú tendrías que haber disipado su ignorancia, estaba hambriento, tú tendrías que haberle dado de comer.»

Sus ropas fueron devueltas a la gente de Medina y, además, le fue dado un poco de granos (Abu Dawud, Kitabul Jihad).

El deudor, Jabir bin Abdullah, estaba siendo acosado por sus acreedores ya que no podía pagar su deuda debido a la insuficiencia de su cosecha. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue con Jabir a la casa del acreedor y le rogó que diera a Jabir algo más de tiempo, pero el acreedor no estaba dispuesto a complacerlo. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) luego fue al oasis y vio por sí mismo que la cosecha era muy pobre, y otra vez se acercó al acreedor sin mejores resultados. Luego descansó durante algún tiempo y se acercó al acreedor por tercera vez, pero éste se mostró inflexible. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue otra vez al huerto y le pidió a Jabir recoger los dátiles. Como Allah lo tomaría, la recollección no sólo bastó para pagar las deudas, pero también quedó algo de sobra (Bujari, Sahih Bujari).

Su amor por los pobres era tan profunda que él solía rezar:

«Oh Dios, haz me pobre en mi vida y en mi muerte, y resucítame, el Día de  la Resurrección junto a los pobres.»

(Nasai, Capítulo: Perdón)

El Fuente :www.rasoulallah.net

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