¿Cómo se propagó el Islam?
La forma de vida ejemplar de los musulmanes
De entre las muchas razones por las cuales el Islam se ha propagado, la forma de vida ejemplar y los esfuerzos incesantes de los musulmanes por transmitir el mensaje del Islam en todo el mundo forman el meollo de la conquista de los corazones por esta fe. La universalidad del Islam se encuentra fuertemente ligada al principio conocido como amr bil-ma‘ruf (exhortar al bien), puesto que los musulmanes deben difundir el Islam basándose en este precepto, el cual busca transmitir el mensaje del Islam a toda la humanidad y establecer una comunidad islámica modelo a escala mundial. La comunidad islámica es presentada en El Corán como una comunidad modelo:{Hicimos de vosotros una comunidad moderada y justa, a fin de que fuerais testigos ante la humanidad [de la llegada de los Profetas anteriores], y fuera el Mensajero vuestro testigo…} [Corán 2:143]
Así, tenemos que los musulmanes tienen, tanto a nivel individual como colectivo, las tareas de divulgar el Islam –transmitiendo su verdad hasta los lugares más recónditos del planeta– así como la erradicación de la opresión y la tiranía, y el establecimiento de la justicia en todo el mundo. Esto requiere que los musulmanes lleven una vida ejemplar. Por esta razón, los valores morales y éticos del Islam han jugado usualmente un papel importante en la propagación del Islam. A continuación presentamos las impresiones de un escritor occidental del siglo XIX acerca de la influencia de la Ética Islámica sobre los africanos negros.
¿Cómo cambia el Islam a las naciones que lo aceptan?
«¿Acaso puede haber alguna duda razonable con respecto a los efectos que el Islam tiene en las tribus de negros cuando estos adoptan esta fe? El politeísmo desaparece de manera casi instantánea; la brujería y otros males concomitantes se apagan gradualmente, y los sacrificios humanos se convierten en cosa del pasado. La moral general mejora de manera notable: los aborígenes comienzan a usar ropa por primera vez en su vida, y lo hacen de manera pulcra. La desagradable falta de higiene es reemplazada por la limpieza personal; la hospitalidad se vuelve un deber religioso; el estado de ebriedad pasa de ser la regla a ser la excepción; la castidad se considera y se convierte en una de las virtudes más estimadas y también más comunes. La holgazanería es, por lo tanto, lo que lleva a la decadencia; mientras que la diligencia tiene el efecto opuesto. A partir de entonces, los crímenes son castigados de acuerdo a un código escrito y no según los caprichos arbitrarios de los caciques; algo que, sin duda, es de gran importancia para que una tribu pueda progresar. La mezquita da a los africanos negros una idea sobre la arquitectura que sobrepasa su imaginación. Surge un hambre de literatura, un hambre de libros científicos y filosóficos, así como de comentarios sobre el Corán». (Cita de ‘Waitz’ por B. Smith, Mahoma y el Mahometanismo, pp. 42-4
La tolerancia del Islam
La tolerancia del Islam es otro de los factores en su divulgación. El historiador británico Toynbee elogia la tolerancia de los musulmanes para con la gente del Libro, sobretodo después de compararla con la actitud de los cristianos con respecto a los musulmanes y los judíos en tierras cristianas (Enfoque de un historiador sobre la religión, p. 246). T. Link atribuye la divulgación del Islam tanto a la credibilidad de sus principios como a su tolerancia y persuasión entre otras muchas características (Historia de la religión). Makarios, un patriarca ortodoxo de Antioquia del siglo XVII, comparó el trato severo que los papas católicos romanos dieron a los rusos de la Iglesia Ortodoxa con la actitud tolerante que el gobierno otomano mostró hacia los cristianos ortodoxos, y rezó por los sultanes (T. Link, Historia de la religión).
Este no es el único ejemplo en el que los religiosos han preferido la regencia musulmana a la regencia de otros cristianos. Los cristianos ortodoxos de Bizancio expresaron abiertamente su preferencia por los turbantes otomanos de Estambul ante los capelos cardenalicios de los católicos. Elisee Reclus, un viajero francés del siglo XIX, escribió que los musulmanes turcos permitían que todos los seguidores de distintas religiones cumpliesen con sus rituales y deberes dogmáticos, y que los súbditos cristianos del sultán otomano gozaban de más libertad que los cristianos que vivían en lugares bajo dominio de cualquier secta cristiana (Nueva geografía universal, Vol. IX). Popescu Ciocanel rinde homenaje a los musulmanes turcos declarando que el pueblo rumano tuvo mucha suerte de estar bajo dominio turco y no bajo dominio ruso o austriaco; ya que, de otra manera, «no habría quedado ni huella de la nación rumana», según afirma. (La crisis del Oriente).
¿Cómo se comportan los musulmanes con la gente de las tierras conquistadas?
La actitud de los musulmanes hacia la gente de los territorios conquistados queda de manifiesto en las instrucciones que los califas bien encaminados, que Al-lah Esté Complacido con ellos, dieron:
«Temed a Al-lah en vuestra mente siempre; recordad que no podéis hacer nada sin Su Divina Gracia. No olvidéis que el Islam es una misión de paz y de amor. Recordad al noble Profeta,sallallahu ‘alayhi wa sallam, como a un ejemplo de valentía y de piedad. No destruyáis los árboles frutales ni las tierras fértiles que surjan a vuestro paso. Sed justos y respetad los sentimientos de los vencidos. Respetad a todos los creyentes que habitan en ermitas o conventos y no destruyáis sus edificios. No matéis a civiles. No profanéis la castidad de las mujeres ni el honor de los conquistados. No lastiméis a niños ni a ancianos. No aceptéis obsequios de la población civil de ningún lugar. No estacionéis a vuestros soldados y oficiales en casas de civiles. No olvidéis llevar a cabo vuestras oraciones diarias. Temed a Al-lah. Recordad que la muerte vendrá inevitablemente a todos y cada uno de vosotros tarde o temprano y aunque estéis a miles de millas del campo de batalla; por lo tanto, estad siempre preparados para enfrentarla». (Andrew Miller, Historia de la Iglesia)
He aquí un significante episodio histórico acerca de cuán felices eran los pobladores autóctonos bajo el dominio de los conquistadores musulmanes, según lo relata el célebre historiador musulmán Balazuri:
«Cuando Heraclio reunió a sus tropas para combatir a los musulmanes y estos se enteraron de su inminente llegada, fueron a los habitantes de Hims y les devolvieron el tributo que estos últimos les habían pagado, y les dijeron: ‘Estamos demasiado ocupados para apoyaros y protegeros. Cuidad de vosotros mismos’. Pero la gente de Hims respondió: ‘Nos gusta mucho mas vuestra regencia y justicia que el estado de opresión y la tiranía en que vivíamos antes. Con vuestra ayuda podremos repeler al ejército de Heraclio lejos de nuestra ciudad’. Los judíos se pusieron de pie y dijeron: ‘Juramos por la Torá que ningún gobernante de Heraclio pondrá pie en la ciudad de Hims sin antes vencernos y aniquilarnos’. Dicho esto, cerraron las puertas de la ciudad y las mantuvieron bajo vigilancia. Los habitantes –tanto cristianos como judíos– de otras ciudades que habían capitulado hicieron lo mismo. Cuando, con el auxilio de Al-lah, los incrédulos fueron derrotados y los musulmanes ganaron, las puertas de las ciudades fueron abiertas nuevamente y la gente salio cantando y tocando música, y pagaron sus tributos». (Futuh Al Buldan)
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