¿Contradice el Corán a la Ciencia?
La Religión y la Ciencia siempre han sido consideradas como hermanas gemelas en el Islam; incluso hoy en día, cuando la Ciencia ha logrado grandes avances, ambas continúan estando asociadas. Más aún, ciertos hechos científicos son usados para un mejor entendimiento del Corán.
Según la opinión de muchos, durante este siglo los hallazgos científicos le han acertado un golpe mortal a las creencias religiosas; y es precisamente a la luz de tales descubrimientos científicos que puede examinarse objetivamente la revelación del Corán, lo cual resalta el carácter sobrenatural de la misma.
Después de diez años de estudio, el famoso médico francés Maurice Bucaille, se dirigió a la Academia Francesa de Medicina en 1976 y expresó el completo acuerdo del Corán y los hallazgos de la ciencia moderna. Él presentó sus estudios sobre ciertas afirmaciones del Corán concernientes a la fisiología y la reproducción. Respecto a la razón por la cual hizo esto, dijo: “Nuestro conocimiento sobre estas disciplinas es tal, que es imposible explicar cómo un texto producido en el tiempo del Corán puede contener ideas que han sido descubiertas en tiempos modernos”.
Décadas más tarde, el experto y reconocido embriólogo Keith L. Moore, al enfrentarse con las afirmaciones hechas en el Corán relacionadas con las etapas de formación del embrión – desde la mezcla de los gametos masculinos y femeninos, hasta el completo desarrollo del embrión – comentó: “Ha sido un placer para mí ayudar a aclarar las afirmaciones del Corán acerca del desarrollo humano. Queda claro para mí que estas afirmaciones tienen que haber llegado a Muhammad de parte de Al-lah, porque todo este conocimiento no fue descubierto sino hasta muchos siglos más tarde”.
El profesor Moore presentó sus hallazgos a los científicos en muchas conferencias. Varios periódicos canadienses publicaron las afirmaciones de Moore, y además se presentó en tres programas de televisión en los cuales resaltó la compatibilidad de la ciencia moderna con lo que ha sido revelado en el Corán 1400 años atrás. Consecuentemente, se le hizo la siguiente pregunta: “¿Esto significa que usted cree que el Corán es la Palabra de Al-lah? A lo que él respondió: “No encuentro ninguna dificultad en aceptar esto”.
De hecho, el profesor Moore estaba muy sorprendido por la exactitud de las descripciones y la terminología usada para las diferentes etapas del desarrollo del embrión, que modificó su propio libro de texto sobre el tema. Incorporó todos los pasajes coránicos relevantes y las afirmaciones auténticas del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) sobre este tema en su libro “El humano en desarrollo: Embriología clínicamente orientada con adiciones islámicas”, publicado por WB Saunders en 1987 y un libro de texto universitario estándar en los Estados Unidos. El libro ahora contiene pasajes del Corán y del Hadiz (enseñanzas del Profeta Muhammad(la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) ) para cada etapa del desarrollo, y además el profesor Moore ha adoptado la clasificación usada en estas dos fuentes.
Hay que considerar también las afirmaciones de Tejatet Tejasen (Profesor del Departamento de Anatomía, Facultad de Medicina, Chiang Mei University, Tailandia) después de su estudio sobre los pasajes coránicos relacionados con la Embriología: “De mis estudios y de lo que he aprendido en esta conferencia, creo que cada cosa que ha sido mencionada en el Corán 1400 años atrás, es cierta. Esto puede ser comprobado por medio de la vía científica”.
Veamos las declaraciones de E. Marshal Johnson (Profesor y Presidente del Departamento de Anatomía del Instituto Daniel Bough, Thomas Jefferson University, Filadelfia, Estados Unidos) cuando supo de tales afirmaciones en el Corán y las investigó: “El Corán describe no solamente el desarrollo de la forma externa, sino que enfatiza también en las etapas internas – las etapas dentro del embrión, su creación y desarrollo, enfatizando los principales eventos reconocidos por la ciencia contemporánea…Si pudiera trasladarme a esa era, conociendo lo que conozco hoy día y describiese estas cosas, no podría describir las cosas que fueron descritas…No encuentro ninguna evidencia para refutar el concepto de que este personaje, Muhammad, tuvo que haber desarrollado esta información de algún lugar…Así que no le veo ningún inconveniente a la idea de que la intervención divina estuvo involucrada”.
Observemos ahora las declaraciones de T.V.N. Persaud (Profesor y Director del Departamento de Anatonía de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad de Manitoba, Canadá): “Muhammad era un hombre común y corriente, no sabía leer ni escribir, de hecho, él era un iletrado…Estamos hablando de alrededor de 1400 años atrás, tenemos a una persona analfabeta haciendo profundas afirmaciones de naturaleza científica que son asombrosamente precisas…Personalmente no veo cómo esto pueda ser una simple coincidencia, pues hay demasiadas precisiones; y, al igual que el Dr. Moore, mi mente no tiene la menor dificultad en reconocer que esto es una inspiración o revelación divina la cual lo llevó a hacer estas declaraciones”.
Estos son sólo algunos de los numerosos aportes de la comunidad científica respecto a la naturaleza y origen del Corán. De hecho, el Corán no sólo habla acerca de la Embriología, sino sobre cientos de otros fenómenos más – incluyendo la redondez del sol y la tierra, que giran sobre su propio eje siguiendo cada uno su propia órbita; el origen y formación del universo; los dos tipos de océanos entre los cuales existe una barrera; el rol de las montañas en la estabilización de la corteza terrestre; la expansión del universo; la naturaleza exacta del ciclo del agua; el cambio en la presión atmosférica a grandes altitudes; el género de abejas que es responsable de producir la miel (femenino); las estrellas consumiéndose a sí mismas mediante la combustión de sus gases, lo cual es la fuente de su luz; y mucho más.
El Corán y la Sunnah (los dichos auténticos del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) hacen mención de, literalmente, cientos de fenómenos y, al mismo tiempo, invitan a la gente inteligente a verificarlos. Si alguien de la comunidad científica hiciera cientos de nuevas afirmaciones relacionadas con su especialidad, e invitara a todos sus colegas a probar que está equivocado, sin duda sabría que se está parando sobre un suelo movedizo. ¿Qué pasaría entonces con alguien que hace tales afirmaciones sobre las especialidades de otros? ¿Se atrevería a hacer tal desafío?
Aún así, uno se sorprende al saber que este es precisamente el enfoque científico que establece el propio Corán con el objetivo de corroborar su veracidad. Al-lah Dice (lo que se interpreta en español):
● {¿Acaso no meditan en el Corán, o es que sus corazones están cerrados con candados [y ello no les permite comprenderlo]?} [Corán 47:24].
● {¿Acaso no reflexionan en el Corán y sus significados? Si no procediera de Al-lah habrían encontrado en él numerosas contradicciones}. [Corán 4:82].
Por lo tanto, las creencias religiosas islámicas no están basadas en la ciega aceptación, como mucho se ha generalizado en otras religiones, y por extensión se ha atribuido falsamente al Corán y al Islam. Este rompimiento entre Religión y Ciencia ocurrió en Europa durante los últimos 300 – 400 años, cuando los adelantos científicos y sus hallazgos eran vistos como heréticos, sus defensores eran ridiculizados, y a menudo torturados y exiliados.
La comunidad islámica nunca ha tenido esa experiencia. Es verdad que dentro de la comunidad las capacidades académicas difieren, y así algunas personas pueden no ser capaces de cerciorarse de la veracidad del Islam y, por lo tanto, lo aceptan ciegamente. Pero ellos tienen la oportunidad de preguntar a los sabios, quienes se encuentran en la posición de hacer tales juicios. Es uno de los principios de la sabiduría y la justicia, que ‘cuando tú no sabes, no debes hacer un juicio por ti mismo, sino más bien consulta a alguien que esté en la posición de hacerlo’.
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