Lo primero que percibimos al estudiar la situación de la mujer ante el profeta Muhammed (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con èl) es que él la liberó de lo que los cristianos llaman el “pecado original”. Ella no es la única responsable. La Biblia dice, en el Antiguo Testamento[1], que la mujer es quien comió del árbol prohibido, y tomó la manzana y le dio de comer a Adán.
Pero el profeta Muhammed (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con èl) dice «que ambos cometieron el pecado. Es más, insinúa que Adan tiene una responsabilidad mayor que Eva. Adán desobedeció a Dios«[2]. Ambos han cometido el pecado; se arrepintieron después y Él aceptó su arrepentimiento. Al-lah, que es el Creador, es capaz de aceptar el arrepentimiento de quien pide perdón sinceramente; ningún hecho obliga a Dios a tener un hijo, y luego dejar que los infieles le torturen, maten, y crucifiquen para que los perdone. La afirmación de que Dios mató a su hijo, al igual que Abraham sacrificara un carnero para salvar al suyo, es un símil arbitrario. A Abraham le fue puesta una prueba difícil, y cuando obedeció, el envío de un carnero fue un regalo de Al-lah.
Entonces ¿por qué tiene un niño recién nacido la carga de un pecado que no ha cometido, ni lo conocía en absoluto? ¿Por qué sólo la mujer tiene que cargarse con la responsabilidad del pecado?
La Biblia dice en el Antiguo Testamento[3], que Dios hizo que las mujeres llevaran los fetos durante el embarazo como castigo por su pecado.
En cambio, el profeta Muhammed (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con èl) dice que los dolores del embarazo y del parto son la causa de la posición singular de las mujeres para sus respectivos hijos[4]. El Profeta dijo: «El paraíso está debajo de los pies de las madres”. La mujer es tres veces más merecedora que el padre del buen trato de los hijos[5].
Las mujeres tienen una situación muy específica en los mandamientos de el profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con èl) ; ellas no deben considerarse como objeto para los deseos del hombre, como es el caso en Occidente, ni tiene que emprender una guerra dura para conseguir algunos de sus derechos.
En el Islam se le trata a la mujer de la forma siguiente:
1) La familia es la piedra angular de la comunidad que fue recomendada por el profeta Muhammed (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con èl) ; la madre y el padre deben ser tratados con amabilidad.
2) La madre debe recibir el triple de amor que el padre por parte de los hijos.
3) La mujer como madre, esposa, hermana, o hija, debe estar a cargo de sus hermanos y de su familia. Los hombres deben mantenerla, incluso si ella es rica.
4) La mujer es la columna vertebral de la familia. La base de bondad para los hombres consiste en tratar bien a la mujer: “El mejor de entre vosotros es quien mejor trata a su familia”[6].
5) No debe haber coito sin preparaciones, pues se sabe que esto puede causar daño a la mujer.
6) No tener relaciones sexuales durante la menstruación de las mujeres. Eso puede causar daño a los hombres, pero a las mujeres más todavía. Se sabe que el periodo de menstruación ha terminado, si al pasar algodón por la vagina sale blanco sin mancha, y esto era de los inventos milagrosos para determinar el final de las infecciones vaginales en las mujeres. Es un método fácil y simple; pero al mismo tiempo, preciso y disponible para todas las mujeres en las zonas urbanas, en el campo y en el desierto.
7) No tener relaciones sexuales después del parto. Esta prohibición continúa hasta que se quite el dolor del parto. Y esto se sabe si al pasar algodón por la vagina sale blanco sin mancha.
[1] Génesis, III, 1-13
[2] Sura Al Aaraf, aleya 19, y sura Taha, aleya 21
[3] Génesis, III, 16
[4] Sura de Luqman, aleya 14
[5]Relatado por Bujari y Muslim
[6]Al- Albani, 2678, vol.6
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