Mujeres

Evely


Assalamu ‘alikum wa rahmatul-lahi wa barakatuh.

Mi nombre es Evely María , soy de Costa Rica

Islam, mi religión por convicción y no por marca.

Procedo de una familia católica muy numerosa (siete hijos)  soy la sexta en nacer. Dios me ha bendecido con una excelente familia, mi madre una mujer ejemplar y llena de virtudes y mi padre un hombre trabajador y honrado, quienes con su ejemplo nos enseñaron valores; sin embargo nunca practique la religión siempre tuve preguntas sin respuestas, lo que me causaba desgano y aburrimiento de asistir a las actividades religiosas.

Crecí alejada de la ciudad y de toda la contaminación que se puede encontrar en los lugares donde todo se obtiene fácilmente. Terminé mis  estudios primarios y fui alumna de honor siempre. Mi madre insistió en que debía continuar con mis estudios en secundaria, los que inicie con mucho esfuerzo ya que la escuela secundaria a la que asistía se encontraba muy lejos, pero siempre con el apoyo de mi madre y mis hermanas mayores.

Todo trascurría de maravilla, hasta que a la edad de 16 años y a punto de finalizar mis estudios secundarios mi padre murió de una forma muy trágica, lo que me afecto mucho; esto influyó en mi estado anímico y no regresé a clases más, faltando un año para graduarme. Estuve en casa casi dos años muy triste; no salía de mi habitación, aún no podía creer que mi padre había muerto.

Después de ese tiempo y ya que mi hermana menor me había igualado en los estudios de secundaria, decidí concluirlos, por lo que viajé a vivir con mi hermana mayor  en la ciudad y me gradué. Pase otro tiempo (1 año) sin estudiar, hasta que logré obtener mi primer trabajo con el cual podía pagar mis estudios universitarios.

Tomé la decisión de estudiar Docencia (profesora de Español), esto debido a que tuve una excelente profesora quien me enseñó que ser docente va más allá de enseñar una determinada materia; es convertirse en una amiga, madre, abogada y concejera de cada uno de esos adolescentes que pasan por nuestras aulas, me enseñó que debemos formar personas con valores y calidad humana para que estos sean ciudadanos de bien para la sociedad.

Es así como decidí convertirme con Profesora de Español y es de esta manera que  el Islam entró a mi vida; mi primer curso en la Universidad se llamó “Origen y Evolución del Castellano”, ¡jamás lo olvidaré! Ahí se estudia todo el proceso que ha trascurrió para poder obtener el lenguaje que actualmente tenemos, además de los aportes de otras culturas a la lengua y fue cuando entro a jugar un papel importante de estudio la cultura árabe y sus aportes… un afortunado día mientras buscaba una información en internet para un trabajo de investigación de la clase, por casualidad la página  que consulté me envió hasta la biografía del Profeta Mohammad (sws) y la leí por curiosidad, fue maravillosos e impactante para mí…. Yo me decía: ¿cómo un ser humano con sentimientos humanos igual que yo pudo alcanzar una vida virtuosa? y empecé a leer  sobre él y cada vez me gustaba más, pero me surgió una duda a raíz de todo los artículos que publicaban y los noticiarios que veía con todas las tragedias protagonizadas por “musulmanes “; fue cuando pensé que el Islam tenía dos caras: una cara que me presentaba el Profeta Mohammad (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y la cara que me presentaban los medios de comunicación y dije — yo quiero saber ¿cuál es la verdadera cara del Islam.?—- emprendí a leer ya más no tanto de historia sino ya más apegado a la religión en sí, fue cuando me surgieron nuevas preguntas como: ¿qué es la región? ¿Por qué yo debía pertenecer a una religión y si el Islam era una correcta religión?. En el camino obtuve esas respuestas y me sentí satisfecha.

Adopte  la forma de vida  a la  que me invitaba el Islam hasta que la hice parte de mí día a día, hice mi shahada sola en casa porque no sabía que en mí país existían  musulmanes y menos que constaba una mezquita (alhamdulillah) y con ayuda de libros fui aprendiendo hacer la oración, compré una traducción del Sagrado Corán por internet.

Pasado un tiempo, se me ocurrió buscar musulmanes en Costa Rica y mi sorpresa fue encontrar una mezquita en mi país, pero aun así no fui de una vez. Sentía que no tenía valor para enfrentar a las personas que ahí podría encontrar; sin embargo, tomé la determinación de ir un sábado y me gustó así que seguí yendo hasta la fecha, hice shahada en la mezquita con el Sheik y estoy feliz.

Conocí una chica, Aicha, que aunque estaba muy lejos,ella siempre me apoyaba con lo que yo no sabía y le estoy muy agradecida por eso.

Mi familia al principio no se encontraba muy conforme con mi deseo de ser musulmana, pero lo respetan respetarón y es lo importante… Honestamente no he tenido mayor contratiempo por ser musulmana, ni en mi trabajo, ni en mi universidad. Mis compañeros son muy respetuosos y les gusta que les hable acerca del Islam ya que tampoco ellos sabían que el Islam es una religión establecida también aquí (Costa Rica).

Así como mi historia hay mil historias más de mujeres que han encontrado en el Islam una mejor forma de vida en la obediencia y adoración, cumpliendo con ello el objetivo de la creación humana; ¡adorar a Al-lah!.

Traducción: Adel Ramadan Ahmed

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