los Conceptos erróneos sobre el Islam

El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y las Mujeres – Parte 2


El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) alentó a los esposos a gastar generosamente en sus esposas. Dijo:

“Todo gasto que hagan buscando la complacencia de Al-lah serán recompensados por ello – incluso por el bocado de comida que pongan en la boca de su esposa”. (Al-Bujari y Muslim)

Y señaló que lo que es gastado en la familia es el mejor gasto, cuando dijo:

“El mejor dinar es aquel que un hombre gasta en sus dependientes.” (Muslim)

También dijo:

“Cuando un hombre le da a su esposa un sorbo de agua es recompensado”. (Ahmad – graduado por al-Albani como hasan) Cuando `Irbaadh ibn Sariah oyó este Hadiz, él se apuró a llevarle aguar a su esposa para beber, diciéndole lo que había oído del Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Dios sean con él).

Es así como el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le enseñó a sus compañeros el buen trato, afecto y simpatía con las mujeres, proveyéndolas con toda clase de beneficio y gastando en ellas apropiadamente.

El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dejó claro que el buen trato con las mujeres es un signo de nobleza del alma y de la generosidad de su naturaleza. Él declaró:

“El mejor de vosotros es el que mejor se comporta con su esposa.” (Ahmad y at-Tirmidhi)

Y prohibió sentir y mostrar desprecio a la esposa:

“Que no haya creyente que sienta y demuestre odio a una creyente; si no le gusta un rasgo de ella seguramente estará complacido con otro.” (Muslim)

De esta forma, el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le ordenó a los hombres buscar los aspectos positivos y las acciones dignas de alabanza en las mujeres y pasar por alto los errores y los aspectos negativos, porque buscar el mal comportamiento y hacer hincapié en ello lleva a la aversión y el disgusto entre los esposos.  

El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) prohibió golpear a las mujeres, diciendo, “No golpeen a las siervas de Al-lah.” (Abu Dawud) así como advirtió severamente a aquellos que hacen daño a las mujeres:

“Oh Al-lah, en verdad, hago obligatorio el derecho de los dos vulnerables: el huérfano y la mujer.” (Ahmad y Ibn Mayah)

Esto significaba que él no permitía que se dañe o perjudique a ninguno de ellos, y  quien lo hiciera se exponía a la dificultad y el castigo en este mundo y en el próximo.

El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) también le prohibió a los esposos exponer los secretos (aspectos privados) de sus esposas, así como le prohibió a las esposas exponer los secretos de sus esposos. El dijo: “La peor gente frente a Alá en el Día de la Resurrección será un hombre que tiene relaciones sexuales con su esposa y luego difunde los secretos de alcoba.”[1] (Muslim)

El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) también honró a las mujeres al prohibirles a los hombres sospechar de sus esposas. Yabir (Al-lah esté complacido con él) narró:

“El Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) prohibió a los hombres sorprender a sus esposas por la noche, sospechando traición o buscando encontrarlas en sus faltas.”
(Al-Bujari y Muslim)

Respecto a la conducta del Mensajero (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) de Al-lah con sus esposas, él era de la mayor sensibilidad y bondad. Al-Aswad narró: “Le pregunté a `A’ishah cómo era el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) con sus esposas y ella dijo: ‘Él compartía la ocupación de su esposa,’ queriendo decir que él la asistía en su trabajo. ‘Pero cuando era tiempo de la oración se iba a orar”. (Al-Bujari)

El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) trataba de complacer a sus esposas y divertirlas con conversación agradable y palabras dulces. Un ejemplo de esto es cuando le dijo a `A’ishah: “Yo se cuando estás enojada y cuando estás contenta.” Ella le dijo: “¿Cómo sabes eso, Oh Mensajero de Al-lah?” Él dijo: “Cuando estás contenta dices: ‘Si, por el Señor de Muhámmad.’ Pero cuando estás enojada dices: ‘No, por el Señor de Abraham.’“ Ella dijo: “Si, por Al-lah, Oh Mensajero de Al-lah; no abandono excepto tu nombre.” (Al-Bujari y Muslim) Ella quería decir que su amor por él era firme en su corazón y que éste no cambiaba.

El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nunca se olvidó de su esposa Jadiyah luego de su muerte. Anas (Al-lah esté complacido con él) narró: “Cuando el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) recibía un regalo decía: “Dáselo a tal y tal, pues ella era amiga de Jadiyah”. (At-Tabarani)

Es así como nuestro Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) honraba a las mujeres, entonces ¿Acaso pueden compararse con su ejemplo quienes llaman a la “liberación femenina”?



[1] i.e., lo describe a otros.

 

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