¿Es cierto que el Islam cuida los derechos humanos?
Nietzsche, el filósofo del Occidente, dijo: “¡Los débiles y discapacitados tienen que ser eliminados! ¡Esto es el primer principio de nuestro querer a la humanidad! También tienen que ser ayudados a ejecutar esta eliminación.”[1]
Sin embargo, la filosofía del Islam y su Sharî‘ah (ley), jamás se desviaron de los valores y de la moral; pues adoptaron un conjunto de derechos que albergaron a todo el género humano, sin discriminación por el color ni por el sexo ni por el idioma. También contuvieron su ambiente con el cual trata. Asimismo fueron representadas en la protección del Islam a estos derechos bajo el mandato de la Sharî‘ah que garantiza su cumplimiento imponiendo castigos contra quien sobrepasa sus límites.
El Islam le engrandece y honra al hombre dándole una especial consideración, pues Al-lâh (Glorificado Sea) Dice [traducción del significado]: {Por cierto que Hemos honrado a los hijos de Adam [Adán], y les Hemos facilitado los medios para transitar por la tierra y por el mar; les Hemos proveído de cosas buenas y los Hemos preferido por encima de muchas otras criaturas.}[2]. Esta consideración hace que los derechos del hombre en el Islam tengan características y cualidades especiales; de entre las más importantes se encuentra: la generalidad de estos derechos. Ya que son políticos, económicos, sociales e intelectuales. También son comunes para todos los individuos; sean musulmanes o no, sin discriminación por el color ni por el sexo ni por el idioma. Asimismo, son inmodificables, inderogables e inalterables porque son derivados de las enseñanzas del Señor del Universo.
El Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) afirmó esto en la Jutbah [sermón] de la despedida, la cual era como un informe completo sobre los derechos humanos, Abu Bakarah (que Al-lâh Está complacido con él) narró que el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) dijo: “Está prohibido que un musulmán cometa una agresión en contra de otro musulmán en cuanto a su sangre y propiedades tanto como la prohibición de este día, en este mes y en este Estado vuestro hasta que os encontréis con vuestro Señor.”[3] Así que esta Jutbah profética confirmó un conjunto de derechos; de los más importantes: la inviolabilidad de la sangre, de las propiedades, del honor, etc.
También el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) glorificó el alma humana en general, protegiendo su derecho más importante, el cual es el derecho de la vida. Anas ibn Mâlik (que Al-lâh Está complacido con él) narró que el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) cuando fue preguntado sobre los pecados graves dijo: “Cometer el Shirk (Politeísmo), asesinar un alma…”[4] Así que la palabra “alma” fue mencionada de una forma general, indicando asesinar cualquier alma sin razón.
Más bien, el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) protegió al hombre de su mismo, cuando prohibió el suicidio, pues Abu Hurairah (que Al-lâh Está complacido con él) narró que el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) dijo: “Aquel quien se suicide arrojándose de una montaña, estará cayendo constantemente en el Fuego del Infierno del cual será eterno morador. Y Aquel quien se suicide bebiendo veneno, lo tendrá en su mano y seguirá bebiéndolo en el Fuego del Infierno del cual será eterno morador. Y Aquel quien se suicide con acero, este acero estará en su mano golpeándose a sí mismo con ello en el Fuego del Infierno del cual será eterno morador.”[5]
Por otro lado, el Islam prohibió cada acto que afecta al derecho de vivir; sea un acto de intimidación, ofensa o golpeo. Hishâm ibn Hakîm (que Al-lâh Está complacido con él) narró que el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) dijo: “Al-lâh Tortura a quienes torturan a la gente en la vida mundana.”[6]
Tras honrar al hombre de forma general y afirmar la inviolabilidad de la sangre, las propiedades, el honor y el derecho a vivir, confirmó el derecho de la igualdad entre toda la gente; los individuos y las comunidades, las razas y los pueblos, y los gobernantes y los súbditos. De modo que no hay restricciones ni excepciones. Tampoco hay diferencia entre el árabe y el no árabe, ni el blanco y el negro, ni el gobernante y el súbdito en cuanto a la legislación, sino que la preferencia entre ellos es en base a la Taqûâ (piedad). El Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) dijo: “¡Oh gente! Vuestro Señor Es Uno. Vuestro padre [Adam (Adán)] es uno. Toda la gente tiene uno solo padre [Adam], y Adam fue creado de tierra. El más honrado de vosotros ante Al-lâh es el más piadoso. No existe superioridad de un árabe por sobre alguien que no lo es, salvo en lo que respecta a la Taqûâ [piedad religiosa].”[7]
Y podemos reflexionar en el tratamiento del Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) con el principio de la igualdad para darnos cuenta de su grandeza. Abu Umâmah (que Al-lâh Está complacido con él) narró que Abu Dhar (que Al-lâh Está complacido con él) insultó Bilâl diciéndole: «¡Oh hijo de negra!». Acto seguido, Bilâl se fue al Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) y le informó de eso, así que el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) se enojó. Y cuando Abu Dhar (que Al-lâh Está complacido con él) se fue al Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) sin enterarse de lo que pasó, él (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) le hizo caso omiso. Entonces, Abu Dhar (que Al-lâh Está complacido con él) dijo: «¡Oh Mensajero de Al-lâh! Seguramente te enteraste de algo sobre mí y por eso no me haces caso”.En ese momento, el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) exclamó: “¡Te burlas de Bilâl por su madre! [Juro] Por Quien Reveló el Libro a Muhammad -o lo dijo de otra forma de juramento- nadie es mejor ante mí sino por una obra [que hizo]. Todos vosotros sois iguales, y nadie es mejor que otro salvo en lo que respecta a la Taqûâ [piedad religiosa].”[8]
Por otro lado, se relaciona con el derecho de la igualdad otro derecho, el cual es la justicia. De las maravillas narradas al respecto, está lo que ‘Â’ishah (que Al-lâh Está complacido con ella) narró, pues el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) dijo a Usâmah ibn Zaid (que Al-lâh Está complacido con él) cuando fue para interceder por la mujer de Banu Majzûm que robó: “Juro por Aquel en Cuyas Manos está mi alma, que si Fátima hija de Muhammad robara, cortaría su mano”[9].
También el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) prohibía confiscar el derecho del individuo en defenderse a sí mismo en busca de la justicia, pues Abu Hurairah (que Al-lâh Está complacido con él) narró que el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) dijo: “Quien tiene un derecho, tiene una evidencia potente”[10].
También dijo a quien se encarga de juzgar entre la gente lo que ‘Ali (que Al-lâh Está complacido con él) narró: “Cuando dos rivales se reúnen contigo, que no juzgues hasta que escuches del otro como escuchaste del primero, ya que esto a lo mejor te ayuda más a dar el juzgamiento correcto”[11].
También hay un derecho único concerniente a la Sharî‘ah, que no fue establecido por ningún sistema positivo ni por los pactos de los derechos humanos; el cual es el derecho de suficiencia. Es decir que cada individuo que vive en el Estado islámico recibe lo que cumple sus necesidades de vivir; de modo que viva una vida noble logrando el nivel adecuado de vivir, y esto es diferente del nivel mínimo de la vida humana sobre el cual los sistemas positivos hablaron.[12]
Este derecho de la suficiencia se logra a través de trabajar; de manera que si el individuo no puede trabajar, entonces recibe el Azaque. Y si todavía el Azaque no logra la suficiencia de los necesitados, entonces el presupuesto del Estado tiene que cumplir esta suficiencia.
El Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) expresó eso en el Hadiz narrado por Yâbir ibn ‘Abdul-lâh (que Al-lâh Está complacido con él) donde dijo “Quien muera dejando una deuda o a niños (necesitados) que no tienen a quien les mantiene, pues yo soy su custodio.”[13]
Luego confirmó este derecho, pues Anas ibn Mâlik (que Al-lâh Está complacido con él) narró que el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) dijo: “No creyó en mí quien anochece lleno a sabiendas de que su vecino tiene hambre”[14].
Abu Musa Al Ash‘ari (que Al-lâh Está complacido con él) narró que el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) dijo ensalzando: “Los Ash‘ariun cuando su comida se terminaba durante la batalla o la comida de sus hijos se reducía en Medina, juntaban lo que tenían en un solo vestido. Luego, lo dividían entre sí justamente, así que son de mí y yo soy de ellos [En cuanto a su moral de la igualdad].”[15]
Los derechos humanos llegan a su cumbre cuando están relacionados con los derechos de los ciudadanos y prisioneros durante las guerras. Ya que las guerras generalmente son dominadas por el espíritu de venganza y regodeo, y no hay lugar para el espíritu de la humanidad y la misericordia; sin embargo, el Islam tiene un método humano dominado por la misericordia. Acerca de eso, ‘Abdul-lâh ibn ‘Abbâs (que Al-lâh Está complacido con él) narró que el Profeta (la paz y las bendicciones de Al-lah sean con él) dijo [a sus Compañeros (que Al-lâh Está complacido con ellos) en las guerras]: “No matéis a un recién nacido, ni a una mujer ni a un anciano”[16].
Esto es algo de lo que el Islam codificó y legisló como derechos humanos al hombre en esta tierra. Pues, en total, reflejan la visión humana, la cual es el espíritu de la civilización de los musulmanes.
[1]Transmitido de Al Gazali, Rakâ’iz Al Imân Baina Al ‘Aql Wal Qalb, pág. 318.
[2] [Corán 17:70]
[3] [Al Bujâri (1654)] [Muslim (1679)].
[4] [Al Bujâri (2510)] [An-Nasâ’i (4009)] [Ahmad (6884)].
[5] [Al Bujâri (5442)] [Muslim (109)].
[6] [Muslim (2613)] [Abu Dâûd (3045)] [Ahmad (15366)].
[7] [Ahmad (23536)] [Shu‘aib Al Arna’ût: Isnad Sahîh] [At-Tabarâni: Al Mu‘yam Al Kabîr (14444)] [Al Albâni: Sahîh en As-Silsilah As-Sahîhah (2700)].
[8] [Al Baihaqi: Shu‘ab Al Imân (5135)].
[9] [Al Bujâri (3288)] [Muslim (1688)].
[10] [Al Bujâri (2183)] [Muslim (1601)].
[11] [Abu Dâûd (3582)] [At-Tirmidhi (1331)] [Ahmad (882)] [Shu‘aib Al Arna’ût: Hasan Ligairiah] [Al Albâni: Sahîh en As-Silsilah As-Sahîhah (1300)].
[12] Jadîyah An-Nabrâwi, Mausu‘at Huqûq Al Insân Fi Al Islâm, pág. 505-509.
[13] [Al Bujâri (4503)] [Muslim (867)].
[14] [Al Hâkim (7307) y Adh-Dhahabi: Sahîh] [At-Tabarâni: Al Mu‘yam Al Kabîr (750)][Al Baihaqi: Shu‘ab Al Imân (3238)] [Al Albâni: Sahîh en As-Silsilah As-Sahîhah (149)].
[15] [Al Bujâri (2354)] [Muslim (2500)].
[16] [Muslim (1731)] [At-Tabarâni: Al Mu ‘yam Al Ausat (4313)].
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