Como musulmanes, tenemos el deber de respetar todas las creencias. Respetamos las creencias de los cristianos. Éstos pueden ir a la iglesia y celebrar sus servicios. Y sentimos un gran respeto y afecto por los judíos. Ellos pueden ir a sus sinagogas y rendir culto. Pero Satanás nos tiende una gran trampa. Algunos cristianos consideran a los musulmanes como el ejército del anticristo. Y algunos musulmanes ven a los cristianos como el ejército del anticristo, o bien tratan que los judíos y musulmanes, o judíos y cristianos, estén en conflicto permanente. Éste es un serio peligro, que crea graves acusaciones. Por el contrario, estamos para servir a Dios, y el reconocimiento corresponde a Dios Todopoderoso. Dios emitirá el mejor veredicto sobre nosotros en la otra vida. Tenemos el deber de vivir como hermanos y en paz en este mundo.
Por supuesto, toda fe tiene el deber de mantener que sus propias creencias son verdaderas. De lo contrario, un judío no podría ser un judío, un musulmán un musulmán o un cristiano un cristiano. Pero el respeto por todas las religiones es extremadamente importante. Un musulmán tiene el deber de respetar el culto y las creencias de estas personas, y de velar y protegerlos con amor como siervos de Dios que son. Pero, por supuesto, Dios Todopoderoso ha hecho un camino para cada uno. Eso es lo que Dios ha ordenado, pero tenemos la obligación de vivir juntos en este mundo como amigos y hermanos, sin apartarnos del camino del amor, el afecto y la compasión, y de no caer nunca en las trampas de Satanás, Insha’Al-lah.
Traducción: Adel R.Ahmed
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