El engaño de Pablo
Pablo esta persona quien, sin haber conocido a Jesús, tuvo la astucia de pregonar y convencer que era su discípulo y, contradiciendo las instrucciones y enseñanzas de Jesús, sentó las bases del Cristianismo. Se jactaba de utilizar la mentira y el engaño para sus fines evangelizadores, según sus confesiones en sus epístolas:
«Pero, si la verdad de Dios, gracias a mi mentira, salió ganando más para su gloria, ¿por qué también yo voy a ser juzgado todavía como pecador?» (Rm 3: 7)
«En que, siendo del todo libre, me hago siervo de todos para ganarlos a todos, y me hago judío con los judíos para ganar a los judíos. Con los que viven bajo la Ley me hago como si yo estuviera sometido a ella, no estándolo, para ganar a los que bajo a ella están. Con los que están sin ley, me hago como quien está sin ley para ganar a los que están sin ley, no estando yo sin ley de Dios sino bajo la ley de Cristo. Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos. Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo.» (I Cor 9:19.)
«Mas ¿Qué importa? Con tal que de cualquier modo Cristo sea anunciado, bien sea por algún aparente pretexto, o bien por un verdadero celo, en esto me gozo, y me gozaré siempre » (Flp 1,18)
«…, pero en mi astucia os cacé con engaño» (II Cor 12,16)
Y notables son también otras palabras de Pablo: parece que está convencido que Jesús resucitó; sin embargo, «Conociendo Pablo que unos eran saduceos y otros fariseos, gritó en el sanedrín: Hermanos, yo soy fariseo e hijo de fariseos. Por la esperanza en la resurrección de los muertos soy ahora juzgado.» (Act 23, 6 y 24, 15)
Pablo manifiesta claramente que esa resurrección es sólo una esperanza y lo dice sin demasiado convencimiento de que esa resurrección sea una realidad. Pablo se convirtió en el maestro de la mentira, la astucia y el engaño, lo que hace imposible saber cuando dice la verdad.
«¿Cómo os decís: somos sabios y la Ley de Yahvé está con nosotros? Ciertamente la convirtieron en mentira las mentirosas plumas de los escribas» (Jer 8:8)
¿Qué importancia tiene el capote que ha dejado pablo?
Dijo Pablo en su carta a su amigo Timoteo:
«Procura venir pronto a verme,…Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.»
Este texto prueba que estas cartas que escribió Pablo no son una revelación divina sino son cartas que intercambió con sus amigos, las cuales se las interpolaron en la biblia.