La Historia de Jesús y María en el Sagrado Corán (parte 1 de 3): María
El nacimiento de María
“Dios prefirió a Adán, a Noé, a la familia de Abraham y a la de ‘Imrán por sobre toda la humanidad. Familias descendientes unas de otras. Dios todo lo oye, todo lo sabe. Cuando la esposa de ‘Imrán dijo: ¡Señor mío! He realizado el voto de entregar a Tu exclusivo servicio lo que hay en mi vientre. ¡Acéptamelo! Tú eres el que todo lo oye, todo lo sabe. Y cuando le dio a luz dijo: ¡Señor mío! Me ha nacido una hija. Dios bien sabía lo que había concebido. [Agregó la esposa de ‘Imrán] No es lo mismo una mujer que un varón [para que se consagre a Tu servicio]. La he llamado María, y Te imploro que la protejas a ella y a su descendencia del maldito Satanás”. (Corán 3:33-36)
La niñez de María
“Su Señor la aceptó complacido, he hizo que se educase correctamente y la confió a Zacarías. Toda vez que Zacarías ingresaba al templo la encontraba provista de alimentos, y entonces exclamaba: ¡Oh, María! ¿De dónde te ha venido esto? Ella respondía: De Dios; porque Dios sustenta sin medida a quien Le place”. (Corán 3:37)
María, la devota
“Y cuando los ángeles dijeron: ¡Oh, María! Dios te ha elegido y purificado. Te ha elegido entre todas las mujeres del mundo. ¡Oh, María! Adora a tu Señor, prostérnate e inclínate con los orantes. Estas son historias que no conocías, y te las revelamos. Tú [¡Oh, Muhammad!] no estuviste presente cuando sortearon con sus cañas para ver quién de ellos se encargaría de María, ni tampoco cuando disputaban acerca de ello”. (Corán 3:42-44)
La albricia de un hijo
Y cuando los ángeles dijeron: ¡Oh, María! Dios te albricia con Su Palabra [¡Sé!] Su nombre será el Mesías Jesús, hijo de María. Será distinguido en esta vida y en la otra, y se contará entre los más próximos a Dios. Hablará a los hombres desde la cuna y siendo un hombre maduro, y se contará entre los virtuosos. Dijo: ¡Oh, Señor mío! ¿Cómo podré tener un hijo si no me ha tocado ningún hombre? Le respondió: ¡Así será! Dios crea lo que Le place. Cuando decide algo, sólo dice: ¡Sé!, y es. Él le enseñará la escritura, le concederá la sabiduría, le enseñará la Tora y el Evangelio. Y será un Mensajero para los Hijos de Israel, a quienes dirá: Os he traído un signo de vuestro Señor. Modelaré para vosotros un pájaro de barro. Luego soplaré en él, y con el permiso de Dios, tendrá vida. Con la anuencia de Dios, curaré al ciego de nacimiento y al leproso, y resucitaré a los muertos. Os informaré de lo que coméis y de lo que almacenáis en vuestras casas. En verdad tenéis en ello un signo si sois creyentes. He venido para confirmaros lo que os había llegado anteriormente en la Tora y para haceros lícitas algunas de las cosas que se os habían prohibido. Y os he traído un signo de vuestro Señor. Temed a Dios y obedecedme. Dios es mi Señor y el vuestro. Adoradle, pues. Éste es el sendero recto”. (Corán 3:45-51)
“Y narra la historia de María que se menciona en el Libro [el Corán], cuando se apartó de su familia para retirarse a un lugar al este. Y puso un velo para apartarse de la vista [mientras adoraba a Dios] de los hombres de su pueblo. Entonces le enviamos Nuestro espíritu [el ángel Gabriel], quien se le presentó con forma humana. Ella dijo: Me refugio de ti en el Compasivo[1], si es que temes a Dios. Le dijo: Soy el enviado de tu Señor para agraciarte con un hijo puro. Ella dijo: ¿Cómo he de tener un hijo si no me ha tocado ningún hombre, ni soy una indecente? Así será, le respondió, pues tu Señor dice: Ello es fácil para Mí. Y lo convertiremos en un signo para la humanidad y una misericordia. Es un asunto decidido”.[2] (Corán 19:16-21)
La Inmaculada Concepción
“Y cuando infundimos Nuestro espíritu [a través del ángel Gabriel] en María, quien era virgen, e hicimos de ella y su hijo un signo para la humanidad”.[3] (Corán 21:91)
El nacimiento de Jesús
“Lo concibió, y decidió retirarse a un lugar apartado. Los dolores de parto la llevaron junto al tronco de una palmera. Exclamó: Preferiría haber muerto antes de esto, y así se me hubiera olvidado completamente. Entonces [el ángel] la llamó desde abajo [del valle]: No te apenes, tu Señor ha hecho fluir debajo de ti un arroyo. Sacude el tronco de la palmera y caerán sobre ti dátiles maduros y frescos. Come, bebe y complácete. Y cuando veas a algún hombre dile: Por cierto que he realizado un voto de silencio por el Compasivo, y no hablaré con nadie hoy. Se presentó ante su pueblo llevándolo en brazos [a Jesús]. Le dijeron: ¡Oh, María! En verdad has hecho algo inaudito. ¡Oh, tú que desciendes de Aarón! Tu padre no era un hombre deshonesto, ni tu madre una indecente. Ella lo señaló [al niño], y entonces le dijeron: ¿Cómo hemos de hablar con un niño que aún está en la cuna? Entonces [Jesús] habló: Por cierto que soy el siervo de Dios. Él me revelará el Libro y hará de mí un Profeta[4]. Seré bendecido doquiera me encuentre, y me ordenará hacer la oración y pagar el Zakat mientras viva. Y me hará honrar a mi madre. No dejará que sea soberbio ni insolente. La paz fue conmigo el día que nací, será conmigo el día que muera y el día que sea resucitado”. (Corán 19:22-33)
“Por cierto que el ejemplo de Jesús ante Dios es semejante al de Adán, a quien creó de barro y luego le dijo: ¡Sé!, y fue”.[5] (Corán 3:59)
“E hicimos de Jesús y su madre, María, un signo [de Nuestro poder], y los refugiamos en una colina fértil, provista de manantiales [Jerusalén]”.[6] (Corán 23:50)
La excelencia de María
“Y expone como ejemplo para los creyentes a la mujer del Faraón [que era una verdadera creyente], cuando dijo: ¡Oh, Señor mío! Constrúyeme, junto a Ti, una morada en el Paraíso y sálvame del Faraón y de sus terribles obras. Sálvame de este pueblo injusto. Y también a María, hija de ‘Imrán, quien preservó su castidad; infundimos en ella [a través del ángel Gabriel] Nuestro Espíritu. Ella creyó en la veracidad de las Palabras [de Dios] y en Su Libro, y se contó entre las devotas”. (Corán 66:11-12)
Footnotes:
[1] El Compasivo es uno de los nombres de Dios.
[2] Jesús es un signo del poder de Dios, mediante el cual Dios le mostró a la gente que Él podía crear a Jesús sin un padre biológico, de la misma forma que creó a Adán sin padre ni madre. Jesús también es un signo de que Dios es capaz de resucitar a todas las personas luego de la muerte, ya que quien crea a partir de la nada, también es capaz de resucitar. Jesús también es un signo del Día del Juicio Final, ya que regresará a la tierra al final de los tiempos y luchará contra el Anti Cristo.
[3] De la misma manera que Dios creo a Adán sin padre ni madre, creó a Jesús sin padre. Todo lo que Dios tiene que hacer cuando quiere crear algo es decir “Sea” y es, ya que es todopoderoso..
[4] La Profecía es la más elevada y honorable posición a la que una persona puede acceder. Ya que un Profeta es quien recibe la revelación de Dios a través del ángel Gabriel.
[5] Adán fue creado por Dios con la palabra “sea” y él fue creado sin padre ni madre. Así mismo fue creado Jesús, con la palabra de Dios. Si el inusual nacimiento de Jesús lo hiciera divino, ¿no tendría Adán más derecho a la divinidad, ya que Jesús tiene al menos madre, mientras que Adán no tenía ni padre ni madre? De la misma manera que Adán no era divino, tampoco lo es Jesús, sino que ambos son humildes siervos de Dios.
[6] Allí es donde María dio a luz a Jesús.